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Crecimiento personal y superación: la clave de la felicidad |
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Bien decía el escritor Gustave Flauvert que “La vida debe ser una continua educación”. Y es que tenemos la falsa creencia de que el aprendizaje acaba con la finalización de la escuela. Es la adquisición de conocimientos lo que nos hace crecer intelectual y culturalmente, pero también como personas, y no se basa solamente en acumular datos y más datos: el aprendizaje nos aporta conocimientos y experiencia que nos sirven para nuestro día a día. |
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Lo primero a tener en cuenta, es que tenemos que cambiar nuestra mentalidad, y no tomarnos el hecho de aprender como el “retener” fechas, nombres, datos… El ser humano sigue creciendo y evolucionando durante toda su vida, por eso, tenemos que tomarnos el concepto del aprendizaje de otra manera. No como una obligación, sino como algo que nos sirve en nuestro día a día.
- El ser curioso es inherente al ser humano, y es algo que debemos aprovechar para seguir ese avance personal. En eso se basa la vida, la clave de la felicidad consiste en tener inquietudes y tratar de resolverlas, descubriendo siempre otras nuevas que deseen despejar.
- Es muy importante no imponerse limitaciones, ni pensar que ya sabemos todo lo que necesitamos. Siempre habrá algo a lo que aspiremos, a pesar de que tengamos nuestra vida más o menos hecha. El aprender puede dirigirse hacia lo que nos inquieta, nos gusta, lo que queremos conseguir… y aplicarse a nuestra vida diaria.
- En ocasiones, podemos sentirnos perdidos, sin saber que hacer. Lo esencial es quitarse esos miedos que tenemos y mirar siempre en positivo. Tener autoestima, quererse a uno mismo es clave para desarrollarse como persona. Es necesario el apartar completamente el pensamiento de “no soy capaz”, porque está claro, que quien no lo intenta, no lo consigue. El ser optimista y la confianza en uno mismo, es algo esencial. Levantarse cada día estando convencidos de que podemos, nos allanará el terreno para enfrentarnos al reto de cada día.
- ¿Por dónde empezamos? Bien, existen numerosas fuentes de información a nuestro alcance: Internet, bibliotecas, cursos y seminarios, e incluso una simple conversación pueden enseñarnos mucho.
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Todos tenemos cosas buenas que aportar, y por supuesto, que aprender. Pero ese aprendizaje no se basa sólo en la teoría: es a la hora de ponerlo en práctica cuando realmente nos damos cuenta lo valioso que es. Y ser conscientes de ello, nos pondrá en marcha para seguir preguntándonos cada día, para seguir investigando, y esto es lo que al final nos hace estar creciendo constantemente como personas. Aprender anima a seguir cada día, y es la clave de la felicidad, la que ha de ser nuestra máxima en la vida. |
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